La magia de los cuentos: nuestras lecturas favoritas

Descubre los cuentos preferidos de los peques para la hora de dormir

En los primeros años de vida, los cuentos infantiles son mucho más que una forma de entretenimiento. En la etapa de 0 a 3 años, el cerebro del niño está especialmente receptivo a sonidos, gestos y palabras. Por eso, contar cuentos se convierte en una herramienta educativa y emocional de gran impacto.

En Nemomarlin, fomentamos el hábito lector desde edades tempranas porque sabemos que un cuento no solo estimula el lenguaje, también fortalece el vínculo afectivo y cultiva la imaginación.

Contar cuentos: más que leer

Contar no es solo leer palabras en voz alta. Es mirar a los ojos, modular la voz, señalar imágenes, dejar pausas para el asombro y crear un ritual emocional.

Estas rutinas lectoras generan momentos de conexión profunda y ayudan al niño a:

  • Comprender el lenguaje antes de poder hablar
  • Anticipar situaciones
  • Aumentar su atención y curiosidad
  • Sentirse seguro en un entorno predecible y afectivo

Beneficios pedagógicos y emocionales de los cuentos

Contar cuentos diariamente aporta beneficios clave en el desarrollo infantil:

Desarrollo del lenguaje

Los cuentos amplían el vocabulario, refuerzan la pronunciación y familiarizan al niño con estructuras lingüísticas mediante la repetición natural.

Seguridad emocional

El tono de voz, la cercanía y la repetición de historias ofrecen calma y previsibilidad, especialmente antes de dormir.

Estimulación sensorial

Las ilustraciones, texturas y colores de los libros captan la atención y estimulan los sentidos.

Pensamiento simbólico

El niño empieza a asociar imágenes con palabras, base del futuro proceso lector y de la comprensión abstracta.

Educación en valores

Las historias comunican emociones, normas sociales y modelos de conducta de forma accesible y simbólica.

El cuento antes de dormir: un ritual de conexión

El momento previo al sueño es ideal para introducir el hábito lector. Un cuento breve, contado con calma, actúa como señal de cierre del día y favorece un sueño tranquilo.

Claves para este ritual:

  • Voz suave y ritmo pausado
  • Luz tenue
  • Historia sencilla y repetida
  • Participación del niño con gestos o palabras conocidas

La regularidad convierte la lectura en un momento de seguridad emocional y de disfrute compartido.

Recomendaciones de cuentos para niños de 0 a 3 años

En esta etapa, los libros deben ser:

  • Resistentes (de tela, cartón, plástico)
  • Visuales y coloridos
  • Con estructuras simples y repeticiones
  • Musicales o con ritmo
  • Interactivos

Nuestros cuentos recomendados:

  • “Buenas noches, Luna” – Margaret Wise Brown
    Clásico con ritmo pausado, perfecto para la rutina del sueño.
  • “Adivina cuánto te quiero” – Sam McBratney
    Ideal para trabajar el amor y el vínculo afectivo.
  • “El pollo Pepe” – Nick Denchfield
    Libro interactivo con solapas, anticipación y humor.
  • “Osito Tito: Buenas noches” – Benji Davies
    Para acompañar el ritual de ir a la cama.
  • “De la cabeza a los pies” – Eric Carle
    Fomenta el movimiento y el vocabulario corporal.
  • “La pequeña oruga glotona” – Eric Carle
    Enseña colores, alimentos y secuencias visuales.
  • “¿A qué sabe la luna?” – Michael Grejniec
    Cuento sobre la cooperación y la imaginación.
  • Colección “De la cuna a la luna” – Antonio Rubio y Óscar Villán
    Poesía visual con ritmo, musicalidad y estímulo auditivo.
  • “Cocodrilo se mete en la cama” – Giovanna Zoboli
    Sencillo y musical, perfecto para cerrar el día con ternura.

Más allá de las palabras: cuentos que construyen memoria emocional

Los cuentos en la primera infancia son el primer contacto del niño con el lenguaje simbólico, artístico y emocional. Iniciar este hábito desde los primeros meses no solo favorece el desarrollo cognitivo, sino que:

  • Estimula la empatía
  • Mejora la capacidad de escucha
  • Fortalece el vínculo con el adulto
  • Construye recuerdos positivos alrededor del aprendizaje

En Nemomarlin, creemos firmemente que contar cuentos es sembrar raíces de curiosidad, confianza y emoción.

Conclusión

Incorporar los cuentos a la rutina diaria desde la primera infancia es una forma sencilla y poderosa de estimular el lenguaje, fortalecer el vínculo afectivo y fomentar el desarrollo emocional del niño.

Leerles hoy, es prepararles para pensar, sentir y conectar mañana.

Margari Holguín – Directora en Escuela Infantil Nemomarlin Rivas Jazmín

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