Los valores son el pilar que sostiene las relaciones humanas y la convivencia social. Enseñar valores desde la primera infancia no significa dar lecciones teóricas, sino vivirlos, compartirlos y sentirlos en cada momento del día.
En las escuelas infantiles Nemomarlin, la educación en valores forma parte de nuestra metodología. Desde que los niños entran por la puerta, comienzan a construir una forma de estar en el mundo basada en el respeto, la empatía, la cooperación y la responsabilidad.
¿Por qué es importante trabajar los valores en la primera infancia?
La etapa de 0 a 6 años es clave para la formación de la personalidad y el desarrollo socioemocional. En esta fase, los niños están descubriendo:
- Qué significa convivir con otros
- Cómo gestionar sus emociones
- Qué está bien y qué no
- Qué esperan los demás de ellos
- Qué pueden aportar al grupo
Sembrar valores desde pequeños es ayudarles a convertirse en personas más seguras, empáticas, responsables y capaces de construir relaciones sanas.
¿Cómo enseñamos valores en Nemomarlin?
En nuestras aulas no enseñamos valores con discursos, sino con acciones cotidianas, modelaje adulto y dinámicas adaptadas a su edad. Los valores se trabajan de forma natural, desde lo que los niños ven, sienten y experimentan.
1. El ejemplo del adulto
Los niños aprenden principalmente por imitación. Por eso, nuestras educadoras cuidan su lenguaje, sus gestos y su forma de resolver conflictos. Somos su primer modelo de:
- Respeto
- Escucha activa
- Colaboración
- Cuidado del entorno y de los demás
2. La convivencia diaria como base del aprendizaje
Cada momento compartido en el aula es una oportunidad para practicar valores: al recoger, al esperar turno, al ayudar a un amigo que llora, al cuidar un material común.
No se trata de obligar a «portarse bien», sino de hacerles sentir que formar parte del grupo es algo valioso y que cada uno tiene un lugar y un rol importante.
3. Lenguaje emocional y validación
En Nemomarlin, usamos un lenguaje emocional rico y adecuado a la edad para ayudarles a poner nombre a lo que sienten y a lo que les pasa.
Cuando entienden sus emociones y las de los demás, es más fácil fomentar la empatía, la paciencia y la comprensión.
4. Cuentos y juegos simbólicos
Los cuentos y el juego simbólico nos permiten trabajar valores de forma indirecta y muy efectiva. A través de historias, representaciones y personajes, reflexionamos con ellos sobre:
- El valor de compartir
- El perdón
- La diversidad
- La resolución pacífica de conflictos
- La ayuda mutua
5. Reforzamos positivamente las conductas valiosas
No premiamos con cosas materiales, pero sí reforzamos con palabras, gestos y reconocimiento emocional cuando vemos:
- Un acto de generosidad
- Una ayuda espontánea
- Un “gracias” o un “lo siento” sincero
- Una acción respetuosa con un compañero
Esto les ayuda a interiorizar los valores como algo positivo y gratificante, no como una obligación.
¿Qué valores trabajamos en nuestras aulas?
En Nemomarlin, priorizamos un conjunto de valores esenciales para la primera infancia:
- Respeto: hacia los demás, el entorno y uno mismo
- Empatía: comprender cómo se sienten los otros
- Autonomía: sentirse capaces y responsables de sus actos
- Cooperación: colaborar, ayudar y trabajar en equipo
- Escucha: prestar atención a los demás y saber esperar
- Gratitud: valorar lo que se recibe y reconocer el esfuerzo del otro
- Tolerancia: aceptar las diferencias y convivir con ellas
Conclusión
En Nemomarlin, los valores no se enseñan desde fuera: se viven desde dentro. Se integran en las rutinas, en los gestos, en la mirada de la educadora, en cada abrazo y en cada “¿quieres ayudarme?”.
Creemos que sembrar valores en la primera infancia es dar a los niños las raíces para crecer con fuerza y las alas para vivir en armonía con los demás.
Y todo empieza aquí: en un aula donde cada pequeño gesto cuenta.